Datos Asombrosos

8:13


1.Machismo total.
Los sambias de Nueva Guinea son considerados el pueblo más
machista del planeta. Experimentan tal repugnancia ante el sudor, el aliento y los
efluvíos femeninos, que dividen sus aldeas en zonas y senderos independientes para
hombres y mujeres.

2.La cabellera a caballo.
Los antiguos jinetes galos colgaban las cabezas de los
enemigos muertos del cuello de sus caballos.

3.Castraciones masivas.
Se calcula que durante el siglo XVIII, se castraban cada año
unos 4.000 niños sólo en Italia, para abastecer de eunucos a los harenes islámicos y para
iniciarles en el bel canto.

4.En nombre de la pesca.
Los agtas de Filipinas tienen 31 verbos distintos que significan
pescar. Cada uno de ellos se refiere a un tipo particular de pesca.

5.Las Orejas No.
Hace 400 años, en el ducado de Bretaña, a los borrachos les
estaba permitido reincidir hasta cuatro veces antes de cortarles las orejas.

6.Con los cabellos limpios.
Los europeos del Medievo empleaban sosa o potasa hervida
para lavarse la cabeza.

7.Edificando la religión.
Entre los años 1170 Y 1.270, los franceses construyeron 80
catedrales y 500 iglesias.

8.Alíento de menta.
Las mujeres romanas de vida alegre hacian una pasta de menta con
miel para disímular el aliento a vino. El consumo femenino de esta bebida estaba
penado con la muerte.

9.Un viaje de ida.
De los 230 hombres que en 1519 se embarcaron con Magallanes para
alcanzar el Lejano Oriente viajando hacia el oeste, sólo regresaron 18. Los otros 212
marineros murieron casi todos de inanición.

10.Cacadrilo.
Las mujeres egipcias introducian en su vagina bolitas de excremento de
cocodrilo para no quedarse embarazadas.

11.Por la izquierda.
Los antanales, una tribu de Madagascar, son todos zurdos; los
diestros son muy raros.

12.Aclaración para las novias.
Aunque la tradición de llevar prendas de color blanco
como símbolo de pureza se remonta 400 años atrás, no fue hasta el siglo pasado cuando
las novias empezaron a vestirse de blanco.

13.Una guerra de bigotes. La razón principal por la que los tártaros declararon la guerra a
los persas y a los chinos fue que éstos últimos llevaban el bigote caído y lacio, en vez de
como ellos, es decir, con las puntas elevadas.